Dos hermanos de mi mama se dedicaron a la pesca, además tengo un tío, que es cuñado de mi mama que hasta la fecha vive de ese arte, de ese oficio en Puerto Chicama.
El primero de ellos empezó la faena marina en puerto Huarmey, un lugar al sur de Trujillo, un pueblo pequeño donde alguna vez hice amistades, un pueblo donde su fuente de producción principal era la fabricación de harina de pescado además de la pesca artesanal, el mar de este pueblo no era un balneario como lo es huanchaco o mejor aún Puerto Malabrigo, mi tío Paul se dedicaba a la pesca artesanal en ese pueblo, vivía junto a su familia en una casa modesta hecha de esteras, había luz eléctrica, recuerdo como viajaba desde mi casa hasta Puerto Huarmey era una larga travesía pero valía la pena, siempre en temporada de verano o vacaciones, fueron 2 veces una en 1992 y la última en 1995.
Mi tío George era tipo con carisma, este año se cumple un año de su partida, el me ofreció enseñarme a pescar en Magdalena de Cao - el brujo, lamentablemente ya no está con nosotros, guardo un gran recuerdo de él, era muy locuaz, no sé cómo, pero sacaba una conversación para mantenerte entretenido, era bacan, no pudo cumplir la promesa de la pesca para conmigo; la última vez que vi a mi tío estaba convaleciente, había mejorado del accidente automovilístico, yo le ofrecí llevarle gelatina, porque la gelatina escuche era como un medicamento que ayuda a cerrar las heridas o lesiones, mi tío me dijo: "no importa hijo, trae el sobre nomas yo aquí lo preparo", de veras me arrepiento bastante, y a veces me invade la melancolía; llevo presente a mi tío y procuro seguir sus enseñanzas.
El cuñado de mi mama vive en Puerto Malabrigo, y a pesar que está separado de la hermana de mi mama, que es mi tía, él no ha perdido el aprecio y estima hacia mi persona y mi familia; el sí, hasta la fecha se dedica a la pesca, trabaja en el muelle, y una vez me preparo cuando fui a visitarlo, un sudado de raya con sus camotes, fue todo un exquisito manjar; el cuñado de mi mama, mi tío Frank, a pesar que esta de talla large, pesca y cocina muy bien, quizá este verano lo visito.
Mi vínculo con el mar, es lejano, desde la niñez, pero además es algo que no se puede explicar, un misterio ¿será por el sosiego y tranquilidad que me otorgan? Pues simplemente me pasa esto; sueño con una casa junto a la playa, en donde yo subsisto solamente con lo que me da el anzuelo y las redes, son tan mágicas y alucinantes estas quimeras; cuando vuelvo al mundo terrenal pienso que, debo aprender a pescar y también aprender algo más de cocina, quizá no llegar a ser como Gastón Acurio, pero si defenderse; el mar, el rugido de sus olas, me llena de una sensación relajante y paradisíaca; respirar el aroma de su brisa marina, contribuye a mi salud emocional, mi felicidad.
Brisa marina, el elixir de mi vida.