miércoles, 29 de enero de 2020

La pesca y el mar


Dos hermanos de mi mama se dedicaron a la pesca, además tengo un tío, que es cuñado de mi mama que hasta la fecha vive de ese arte, de ese oficio en Puerto Chicama.

El primero de ellos empezó la faena marina en puerto Huarmey, un lugar al sur de Trujillo, un pueblo pequeño donde alguna vez hice amistades, un pueblo donde su fuente de producción principal era la fabricación de harina de pescado además de la pesca artesanal, el mar de este pueblo no era un balneario como lo es huanchaco o mejor aún Puerto Malabrigo, mi tío Paul se dedicaba a la pesca artesanal en ese pueblo, vivía junto a su familia en una casa modesta hecha de esteras, había luz eléctrica, recuerdo como viajaba desde mi casa hasta Puerto Huarmey era una larga travesía pero valía la pena, siempre en temporada de verano o vacaciones, fueron 2 veces una en 1992 y la última en 1995.

Mi tío George era tipo con carisma, este año se cumple un año de su partida, el me ofreció enseñarme a pescar en Magdalena de Cao - el brujo, lamentablemente ya no está con nosotros, guardo un gran recuerdo de él, era muy locuaz, no sé cómo, pero sacaba una conversación para mantenerte entretenido, era bacan, no pudo cumplir la promesa de la pesca para conmigo; la última vez que vi a mi tío estaba convaleciente, había mejorado del accidente automovilístico, yo le ofrecí llevarle gelatina, porque la gelatina escuche era como un medicamento que ayuda a cerrar las heridas o lesiones, mi tío me dijo: "no importa hijo, trae el sobre nomas yo aquí lo preparo", de veras me arrepiento bastante, y a veces me invade la melancolía; llevo presente a mi tío y procuro seguir sus enseñanzas.

El cuñado de mi mama vive en Puerto Malabrigo, y a pesar que está separado de la hermana de mi mama, que es mi tía, él no ha perdido el aprecio y estima hacia mi persona y mi familia; el sí, hasta la fecha se dedica a la pesca, trabaja en el muelle, y una vez me preparo cuando fui a visitarlo, un sudado de raya con sus camotes, fue todo un exquisito manjar; el cuñado de mi mama, mi tío Frank, a pesar que esta de talla large, pesca y cocina muy bien, quizá este verano lo visito.

Mi vínculo con el mar, es lejano, desde la niñez, pero además es algo que no se puede explicar, un misterio ¿será por el sosiego y tranquilidad que me otorgan? Pues simplemente me pasa esto; sueño con una casa junto a la playa, en donde yo subsisto solamente con lo que me da el anzuelo y las redes, son tan mágicas y alucinantes estas quimeras; cuando vuelvo al mundo terrenal pienso que, debo aprender a pescar y también aprender algo más de cocina, quizá no llegar a ser como Gastón Acurio, pero si defenderse; el mar, el rugido de sus olas, me llena de una sensación relajante y paradisíaca; respirar el aroma de su brisa marina, contribuye a mi salud emocional, mi felicidad.


Brisa marina, el elixir de mi vida. 






martes, 21 de enero de 2020

Las Redes Sociales



El avance Tecnológico ha llegado para simplificarnos la vida, esto se ha dado paulatinamente al parecer desde el inicio del nuevo milenio (año 2000) con más notoriedad y manifestación- a mi parecer la venta de películas en DVD y la  música en formato MP3, estos desplazaron al CD, dieron la pauta- al día de hoy (año 2020), el mundo digital está en su apogeo, en su mejor momento, aparatos electrónicos (celulares, televisores LED, Bluray, USB) gozan de gran demanda comercial, incluidas sus aplicaciones también llamadas app’s (youtube, twiter, facebook, instagram); todo esto hace que la información en el mundo se propague instantáneamente o llegue en tiempo real, de alguna manera esto es positivo porque contribuye a la educación, el trabajo y el desarrollo de los pueblos; el mundo está conectado.

Pero ¿qué sucede cuando este avance o innovación tecnológica acapara demasiado en nuestras vidas? Esto es, se está muy involucrado (no se deja el smartphone ni para alimentarse) en esto de las redes sociales, que se está descuidando quehaceres importantes del día a día; pues esto genera una adicción y aislamiento, un problema que puede afectar nuestras vidas personales y laborales, entonces hay que ir con calma en el uso de estas apps o redes sociales; es sabido en algunas personas, que estas crean en las redes sociales un refugio, pero este refugio no es tan saludable, porque puede implicar el encierro de la persona, el aislamiento, entonces este problema tiene que ser visto por especialistas en psicoterapia el Psicoterapeuta, que es el profesional idóneo para solucionar estos problemas, al margen de los prejuicios que hay en la sociedad, en donde se dice que: “solo los locos van al psicólogo” (psicoterapeuta), este profesional de la salud es el único que puede terminar con este problema.     

Las personas adictas a las redes sociales al mismo tiempo, crean una zona de comfort, y así, uno puede perderse un mundo inmenso y “rico” por conocer, lo esencial que es adquirir experiencias para la vida. 

Fuera de la zona de comfort existe un mundo de posibilidades y oportunidades, que por nada de nada deben ser dejadas de lado, para ello creo yo, es importante un uso responsable y moderado de las redes; creo que nada puede suplir el estrecharse y saludar de mano, compartir experiencias, intercambiar ideas, realizar objetivos en pluralidad de personas, tomarse una gaseosa en grata compañía; se dice que el hombre es un ser social por naturaleza, y esto significa una relación sin intermediarios, sin computadoras ni smartphones de por medio, a estos aparatos hay que darles solo el uso que les corresponde.





                              En el mundo exterior existen diversos lugares por conocer








   Puede convertirse en un serio problema de salud emocional o mental, sino se le presta la atención oportuna.